El síndrome del entrenador-jugador.
En las empresas, cada uno tiene un rol o un papel que realizar. Al menos en principio. Cuando llegamos a una nueva empresa, suelen darnos una "descripción del puesto de trabajo". no entro a valorar si este perfil es importante o no. Simplemente existe y realizado de forma coherente puede llegar a ser práctico. Como mucho. La realidad, suele enfrentarnos a otra situación completamente diferente.
Llevar una empresa o un grupo o departamento, se asemeja a dirigir un equipo de baloncesto. Cada uno tiene un rol especial y una función que cumplir. Y existe un entrenador que tiene que observar a los rivales, detectar sus puntos débiles y afrontar cada partido con una mentalidad específica sin variar la base que lo identifica.
En las compañías, muchos entrenadores-gerentes se empeñan en ser entrenadores-jugadores. No sólo quieren decir lo que hay que hacer, sino que además te dicen cómo hay que hacerlo y si pueden, están encima de tí para "casi hacerlo". Qué decir de aquellos "obsesionados por la perfección", que simplemente te espetan que "trae para acá, que yo lo termino".
Si eres seleccionado para un trabajo, tienes una cualificación acorde, has demostrado experiencia en posiciones similares y traes un plus de madurez y cierta responsabilidad, ¿Por qué es necesario controlar absolutamente todo lo que haces?
En las nuevas tendencias, el valor que aportan las personas es esencial. Muchas personas tienen además una marcada identidad profesional o "marca personal" que les hace especiales y que pueden aportar mucho a una organización. Y ese valor, debe ser respetado. Si eres un jefe cuyo principal cometido es controlar y revisar lo que hace tu equipo, te puedo asegurar que:
- Tu equipo está desmotivado.
- Eres un entrenador-jugador y presidente si hiciera falta.
- No se producen proyectos innovadores. Tus jugadas las conocerán tus competidores.
- No estás valorando a tu equipo.
- Tarde o temprano, los innovadores, creadores y los más válidos, ficharán por otros.
- Algunos pensarán que tienes complejo de padre frustrado.
- Todos creerán que no sabes hacer tu trabajo y que es más fácil controlar lo de los demás antes que desarrollar el de uno mismo.
Si aún estás por la labor de cambiar, pide un tiempo muerto. Reúnete con tus colaboradores y despliega la responsabilidad. Haz tu trabajo y verás como los demás desarrollarán el suyo de forma más innovadora. El business time de tu empresa, de tu departamento, avanzará y podrás afrontar un futuro con mayores dosis de éxito.
Por cierto, en vuestra empresa, ¿hay muchos entrenadores-jugadores?
1 Comentario:
nada hay que odie más, que sentir como te siguen, te controlan en cada paso que das en tu trabajo...y lo digo por experiencia!!!! ...era como estar en una carcel en la cual, ninguna idea tuya era bienvenida...
La verdad es que me gustaría mucho poder encontrar una empresa con un buen entrenador..sería muy motivante poder jugar en un equipo así cada día..
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