Innovación hacia la sencillez.


El otro día comentaba con un responsable de internet de una gran empresa española, el "Camino hacia la Innovación". Buena charla y excelente intercambio de ideas. Sinergia pura.

Me comentaba que " en nuestra web está todo lo que uno se puede imaginar sobre todas las actividades de nuestro grupo, tenemos millones de páginas vistas al mes y empiezo a tener la sensación que hay demasiada información". Exacto, y "Demasiado es malo", frase muy acertada que aprendí cuando era joven, yque aún no he olvidado.

Creo que se tiende a lo sencillo. Si quieres innovar, haz fácil lo complejo. Desde todos los puntos de vista y en cualquier momento de decisión u organización en una empresa. Si no eres capaz de reducir al mínimo la complejidad, estarás retrocediendo en tu business-time.

Lo que ocurre es que desde la idea a la realidad, el camino es largo y lleno de inconvenientes. Siempre encontrarás a gente que se siente bien en lo complejo, en el absurdo de la abundancia. Simplemente son personas que esconden sus limitaciones en el océano de lo complicado. Si tienes alguien cerca que está frenando tu paso hacia lo sencillo, te darás cuenta que es como si le fueran a quitar toda la ropa. Se sentirá indefenso frente a la inmensidad vacía.

La web es un ejemplo claro de futura innovación hacia lo sencillo. "Lean Innovation". La comunicación entre los visitantes y tu organización, será más productiva cuanto más sencilla sea. Ofrece aquello que ellos quieren realmente hacer y utiliza la inteligencia técnica para producir más sencillez y más personalización.

Ya lo dice Tom Peters: Innovation is easy.... and lean, con humildad, diría yo.

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No valemos lo mismo.


Reconozco que le llevo dando vueltas dias y dias. Antes de escribir el post, he reflexionado sobre el sentido que le quería dar, y como siempre, es mejor decirlo como me viene, que es quizás el mejor de los consejos que alguien me dió allá cuando comenzaba la aventura de postear.

Quizás es demagogia, quizás es "despertar al revolucionario" que dicen que llevamos dentro. Sea lo que sea, ese es el sentimiento que me ha quedado estos días, tras escuchar, leer y observar como los grandes poderes han salido al rescate de aquellos que no han cumplido con lo que se les presumía: control de las operaciones y ética en el desempeño de su trabajo.

Me decía el otro día Antonio España, excelente blogger, aquella conocida frase de:

"Si alguien debe un millón (de las pesetas) al banco, tiene un problema; pero si le debe 1.000 millones, el problema lo tiene el banco"

En el mismo sentido, a mayor nivel, el problema lo acaba teniendo el Estado, es decir, nosotros. O simplemente, nos tiramos a "hacer dinero con la maquinita", mientras nos tapamos los ojos. Soluciones reales para situaciones casi de ciencia ficción.

Está claro que la situación, dantesca y diabólica, necesitaba una solución drástica. Pero, ¿alguien se ha parado a pensar en la brutalidad de miles de millones de euros que han salido al rescate de la furia monetaria y la avaricia de los mercados? Realmente son cifras mareantes, cifras que van a ser utilizadas para calmar a los que menos lo necesitan, simplemente para que sigan siendo los que más tienen.

He conocido durante los últimos años a cantidad de emprendedores, gente que ha puesto lo que tenia y lo que no, en proyectos de empresa que fueran bien o regular, necesitaban permanentemente de una inyección de liquidez para poder sortear momentos malos. ¿Y a cuántos han escuchado? ¿Y al rescate de quién hemos salido? ¿No vale lo mismo? ¿No hay personas y familias que sufren también en estos casos?

Sí. Todos somos iguales ante la Ley. Bueno, va a ser que no. Y que no nos cuenten que esto también valdrá para que la cadena vuelva a funcionar y que esos pequeños empresarios volverán a ver sus negocios en marcha. Me temo que no pueden esperar tanto. Es más, lo que ocurrirá es que aquellos que más tienen, tienen más información, más poder y más capacidad de comprar ahora mucho más barato que antes, con lo que acapararán más riqueza. Quizás haya empresas que necesitan urgentemente "30.000 millones de euros", no porque el mercado haya sido injusto con ellas, sino porque no han hecho las cosas con rigor. Pues al mismo tiempo, hay miles de empresarios medianos y pequeños que necesitan "6.000 euros" para poder hacer frente a las nóminas del mes. Y a éstos, que han cumplido a rajatabla las leyes y han actuado de forma ética, nadie les ha rescatado. No valen lo mismo.....Ok, es demagogia....

Y por no hablar de la inmovilidad de los gobiernos cuando se trata de solucionar y aportar fondos de "volumen real" a los paises pobres. Para eso no corren tanto. Eso sí, quizás alguno diga que esto es demagogia compulsiva.......

Y sin duda, luego está el tema de los salarios de ejecutivos de esas firmas. El máximo ejecutivo de Merrill Lynch y dos de sus ejecutivos que fichó al llegar al cargo, se pueden embolsar nada más y nada menos que 200 millones de dólares por menos de un año de trabajo.....

Y tu, ¿Cuánto vales?


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La Administración y la coo-participación de las personas.


Dentro del proyecto Tu marcas tendencias, queria incluir un apartado específico relativo a la participación de las personas en la construcción de una nueva forma de relación con la administración pública, ya sea estatal, autonómica o local. Los contenidos que generan las organizaciones públicas suelen estar sometidos a un "filtrado" interno y sesgado, como si de una empresa se tratara. Ahora, en tiempos donde la participación llama a la puerta de las instituciones, nos preguntamos:

¿Cuentan las personas para la Administración?. ¿Podemos realmente reflejar nuestras inquietudes o propooner soluciones?

Está claro que los cambios se están produciendo y las administraciones, sobre todo las locales, están volcadas en lo que denominan "acercamiento al ciudadano". Sin emabrgo, el papel de las personas no debería quedarse en un mero "te escucho, te contesto", sino que tendríamos que ir a una construcción abierta de una sociedad mejor.

Estoy convencido de la enorme posibilidad de mejora que existe en la medida que el ciudadano participe en la "creación". No sólo la participación es lo colaborativo. Existe otro nivel, el que permite a la persona ser parte de un proyecto, de una iniciativa, de su desarrollo y posterior puesta en marcha. De ahí la importancia de los contenidos digitales como punto de partida.

Aunque suene a utopía, imaginemos un problema actual global, de reciente protagonismo, como es el de la Administración de Justicia. Alejada en su funcionamiento tanto de los ciudadanos como de los propios funcionarios de la administación. ¿ En qué medida se puede implicar a las personas en un proyecto de estas características?

- La creación de un sistema de participación abierto, donde las ideas simplemente son expuestas. Podrían ser valoradas, excluyendo las extremas, centrándonos en las generales.

- Estructuración de la problemática de la Justica como organismo, en diferentes apartados en los cuales las personas pudieran ser partícipes de los diferentes retos.

- Plataforma en la que las personas pudieran colgar soluciones en formatos diversos, o simplemente incluir "experiencias" que pueden ser dignas de estudio, resultantes del "know-how" propio o cerano, así como de actuaciones en otros países.

- Wikis o lugares de open-creation en las que profesionales o aficionados avanzados ( prosumers) pudieran elaborar soluciones prácticas, tanto desde el punto de vista legal, organizativo como técnico, habida cuenta que uno de los mayores problemas reside en solucionar el complejo mundo de los archivos y las interconexiones a establecer con el ministeri odel interior y otras partes implicadas.

- Total horizontalidad en la cadena. Nadie está sobre nadie. Esto permitirá una corriente de creatividad e innovación, encontrando soluciones "laterales" que nunca antes se han atendido debido a la verticalidad de las estructuras. Por ejemplo: crear similitudes entre la gestión de museos o la exactitud de las transmisiones de un programa de radio o una serie de TV. Aprender de lo lejano, logra encontrar nuevos caminos.

- Proponer un "lenguaje compartido". Una de las mayores distancias, es la de "conversación". No conversamos igual en la calle, que en los juzgados. La finalidad de un lenguaje común, creado por los grupos, hará que se acerquen visiones.

- Participación con responsabilidad. El ciudadano se implica aún más cuando está en el proyecto y se le permite su seguimiento. Eso implicará además, una mayor responsabilidad, conocimiento y transmisión de los valores hacia uno mismo y hacia su entorno.

¿Nos podríamos imaginar esto para cualquier apartado de la Administración? Lo que es posible técnicamente, debería de intentarse para dotar a las personas de un protagonismo que merecemos, para crear, entre todos los que lo deseen, una ciudad mejor, una comunidad mejor, un país mejor, o al menos, más participado.

¿Pero son de relevancia estas aportaciones?¿Sería el resultado más justo, más profesional? ¿La democracia abierta es una democracia participativa o simplemente sesgada por el conocimiento? El debate está abierto.

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