La transparencia social y digital, toda una revolución pendiente.


Estoy obsesionado por la transparencia. Creo que es uno de los conceptos que más va a impulsar La Red como revolución. La posibilidad del crecimiento del protagonismo de las personas en redes conectadas y con acceso a la movilización, permitirá que mucha información hoy oculta, salga a la luz y sea compartida con las personas que la requieran.

En campos como la política, serán decisivas las acciones abiertas exponiendo transparencia total sobre los gastos y la dedicación detallada de las partidas más opacas de las cuentas públicas. Conocer en tiempo casi real lo que se está gastando y el por qué de ese concepto, podrá darnos una idea de qué y para qué se utiliza el dinero que aportamos y el que sin duda, tenemos como sociedad, que pedir prestado para afrontar nuevas inversiones o gasto público. Evidentemente, nos fijaremos en un primer momento en los gastos comunes de nuestros representantes, con las sorpresas casi seguras tal y como ocurrió hace poco en Inglaterra.

Pero la auténtica Administración Abierta será el final perseguido. En el futuro, una vez encontrada la normalidad, podremos pasar a las siguientes fases de acción y convertirnos en una auténtica democracia participativa. En este caso, el impulso vendrá desde abajo, desde la base social y permitirá ir abriendo terreno hacia la cúpula, que tendrá que reaccionar aportando líneas de auténtica colaboración ciudadana.

En las organizaciones empresariales e instituciones, considero este principio de transparencia social y digital como uno de los primeros pasos evidentes para impulsar el cambio y la transformación de la organización hacia la innovación y el nuevo modelo de empresa que se requiere para afrontar las próximas décadas. Como siempre, debe ser un camino por etapas, pero que tiene que contar con el inequívoco apoyo de la dirección. A diferencia de la transparencia pública, la democratización de las organizaciones empresariales vendrá aprobada desde la cúpula que es la que tendrá que allanar el camino para que las personas con dinamismo puedan participar e impulsar con sus ideas e iniciativas un cambio imprescindible.

En las empresas, hablaríamos de productividad, de trasnsformación del concepto trabajo y tiempo, de consolidación del talento por resultados y de apertura hacia iniciativas orientadas a las personas y no sólo a la organización. Se trata de buscar un entendimiento, una estrategia de win-win que permita la creación de organizaciones dinámicas, lideradas por el talento y la pasión de las personas que en ellas trabajan.

Cuando entramos en una espiral de crecimiento personal, en la que las personas quieren ser reconocidas como tales y aquellas de más talento creativo y dinámico piden compartir su pasión con la organización, no hay duda que la transparencia juega ahora un papel esencial, que debe ser observado por las empresas e incluido en la estrategia de transformación cultural, que es la base del impulso innovador hacia la implantación de las nuevas ideas. Y en este entorno, la Red en general y las herramientas digitales en particular, empiezan a ser el medio más eficaz para comenzar esta nueva revolución.

Es hora de impulsar políticas de transparencia. ¿Cómo están nuestra clase política, nuestras empresas y organizaciones preparándose para ello?

Fotografía: Transparencias. Dioni Nespral. Junio 2008.


Continuar leyendo