Tu puedes ser un FPI




No soy un experto en legislación laboral, aunque por circunstancias del desarrollo de mi trabajo he tenido que lidiar con contratos de todo tipo tanto desde el papel de "empleador" como el de empleado.

En los últimos años, gracias a la labor de consultoría y de emprea, todo mi historial laboral se refiere al término autónomo, algo que muy pocas veces me ha gustado. En España, al contrario que en otros paises, el autónomo tiene una etiqueta algo desprestigiada. Ser autónomo en España es sinónimo de "búscate la vida". Aunque sólo fuera por posicionar claramente el nombre, yo reivindicaría el concepto de "profesional independiente". Y así estaríamos más cerca del Free Agent que muchas veces nos recuerda Andrés Pérez en la búsqueda de nuestra marca propia.

Porque, ¿ no te consideras valioso?. ¿ No eres realmente un "profesional"? Estoy seguro que todos, en nuestra medida y en nuestro campo, contamos con una elevada autoestima sobre nuestro saber-hacer y no dudamos de ello.

Teniendo en cuenta esto, he ido conociendo a infinidad de trabajadores por cuenta ajena, mandos intermedios, ejecutivos, perdidos en la telaraña de las organizaciones con una sensación agridulce de a sus 40 años no estar haciendo todo de lo que son capaces. Muchos de ellos tienen capacidades alternativas, son expertos en materias completamente distintas a su ocupación, están preparados para dar formación, ayudar a otras personas en diversos ámbitos, colaborar con mini-proyectos empresariales o ser partícipes de una idea personal a tiempo parcial de fin de semana.

¿Qué hacemos con esta pérdida de capacidad, de materia gris, de iniciativa, de innovación? ¿ A donde va a parar? ¿ quién ha calculado alguna vez el despilfarro de tiempo no aprovechado?

No sé si la legislación laboral lo permite, pero estoy convencido que muchos estarían encantados de poder compartir su trabajo por cuenta ajena con una experiencia de "profesional independiente", diferente al autónomo. ¿Sería posible algo así?

Yo lo llamaría "Futuro Profesional Indepente" FPI, si os gusta más. O algún otro nombre alternativo. El concepto sé basaría en la posibilidad de aumentar el autoempleo sin ningún problema fiscal. Se abrirían infinidad de puertas para cantidad de profesionales de todo tipo.

Una de las soluciones a la engorrosa "cuota de autónomo", sería la Cuota Flexible. Estableceríamos una cantidad como cuota desde 120 euros al año hasta 600 euros, dependiendo de la posible facturación. Como una tarifa plana. Podríamos utilizarla todos los meses que quisieramos y pagarla cómodamente. Habría flexibilidad para poder "guardarla" para otro año si no se utiliza, o mil mezclas que se pudieran plantear.También se podrían tener bonos de 10 euros para meses sueltos o trabajos muy esporádicos.

NOTA: Esta claro que como miembros del país de la picaresca, habría numerosos agujeros y combinaciones que los más avispados se lanzarían a proponer, pero ese no es el objetivo de este post.

Lo que conseguimos es :

- Sacar el talento hacia fuera.

- Orientar a muchos jóvenes al propio empleo

- Eliminar problemas "fiscales" de "yo no me doy de alta". Por lo que aparecerá más economía a la luz.

- Proporcionar motivación y frescura a empleados con iniciativa.

- Incrementar la competitividad.

- Eliminar situaciones de precariedad de empleo.

- Eliminar miedos a numerosos profesionales con altisima capacidad de crear propios ingresos.

Y todo ello, simplemente con voluntad y ganas de cambiar las cosas. Así se hace camino. Así modificamos nuestra capacidad de aumentar la productividad, uno de nuestros mayores lastres.

¿ Qué pasaría si nunca cambiara nada?




7 Comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo con lo que dices si bien lo que me parece confuso es el término FPI, pues existe, ya que las becas FPI son las becas para la Formación de Personal Investigador, las que se dan a algunos doctorandos, y se suele hacer referencia a los mismos con las mismas siglas, así que creo que aparecerás en determinadas búsquedas. Es cierto que sólo causará confusión en determinados ámbitos, pero aún así habría que buscar otro acrónimo.

Yo suelo usar el palabro "freelance" aunque en España a veces se usa "Profesional liberal" (es curioso, fiscalmente no hay diferencia, pero a los fontaneros los llamamos autónomos y a los abogados o médicos los llamamos profesionales liberales).

1. Profesional Independiente.
2. Profesional Liberal.
3. Profesional Autónomo.

O en plan divertimento:

4. Mercenario (esta me gusta conceptualmente, pero quizá no lo pondría en mi tarjeta de visita).
5. Consultor Con Contrato Por Obra (C3PO)

el otro dijo...

¿ Qué pasaría si nunca cambiara nada?
Pues eso mismo me pregunto yo algunas veces, de echo hace poco me lo pregunté tan en serio que abandone la empresa en la que llevaba más de 10 años.
Tras unos días de nerviosismo y reflexión, me puse manos a la obra
para,como dice Andrés Perez, darme a conocer con www.onuff.com
¿Que hacer después? ¿Darme de alta? ¿Como qué? ¿Empresa? ¿Autónomo?
Como comentáis, la figura del autónomo esta rodeada de demasiados calificativos poco afortunados.
El concepto de mercenario de José María (tocayo mio)dados los tiempos que corren, me parece de lo mas acertado, aunque también coincido contigo en que no lo pondría en mi tarjeta.
Con lo que a día de hoy me quedo con Profesional independiente o freelance es mi opción mas usada, aunque depende de en que entorno tengo que explicar que leches es :)

Anónimo dijo...

Jose Maria

bueno, el nombre es lo de menos. Profesional Liberal es más "ir por libre" y no quiero saber nada de tus proyectos. Lo que reivindico es un Profesional "Doble". Que puedas cooperar en diferentes campos.

Es decir, que en una empresa puedan coincidir trabajadores por cuenta ajena con Profesionales Independientes pero que puedan trabajar por proyectos y que asimismo desarrollen posiblemente trabajos por cuenta ajena en otra empresa, etc...

el problema de la "cuota" es indudable. Nadie quiere estar pagando 210 euros al mes o más sin rechistar. Eso no hace salir a la superficie a nadie.

el nombre podria ser algo así como Profesional Libre Independiente. PLI o lo que sea. Eso es para "rescatar" la autestima del "autónomo".

Lo importante es que hubiera planes personales para desarrollar muchos más proyectos personales profesionales que debido a la cantidad de trabas economicas y fiscales se quedan en el tintero.

Onuff,

Es un camino psicológico complicado hacia la sociedad. Yo he vivido eso de "ah, autónomo", "chungo, no?". Eso, que a nosotros no nos molesta tanto, es una auténtica barrea de entrada para mucha gente con mucho talento pero no con tanta iniciativa.

Saludos

Anónimo dijo...

Hola Dionisio, primera vez que comento en tu gran blog que sigo de sus inicios.

Respecto al tema fiscal, una solución sencilla para los autónomos sería pagar un porcentaje según lo facturado. (Si un mes no facturás nada...no pagás nada :D )

Un saludo y seguí así.

Anónimo dijo...

Gracias Federico

Encantado de tenerte por el blog. Los comentarios siempre son necesarios y motivadores!

Efectivamente, esa puede ser una solución, pero hay una picaresca.......Yo soy más partidario de una tarifa plana.

Mucha gente ahi fuera, cada vez más, quieren hacer más cosas con su vida. Y ¿por qué no? Tenemos que ir incrementando las posibilidades de desarrollo personal.

Saludos

Leo Borj dijo...

En esta reflexión sería bueno ver lo que hacen "los viejos del lugar", me explico, oficios y gremios de gran tradición en el ejercicio libre, como por ejemplo los abogados, médicos, farmacéuticos y fontaneros.

Ellos tienen un "bufete" y son abogados, cuando en realidad son autónomos con una oficina. Se asocian, forma u una comunidad de bienes, ... , la fórmula jurídica que más les convenga, en teoría de eso saben. Pero nunca, nunca, les he oído hablar de "soy abogado freelance" ni de "soy un profesional autónomo".

Algo parecido se puede decir de los médicos que tienen una consulta.

Así que nosotros deberíamos seguir su ejemplo (refrendado por cientos de años de experiencia "gremial") y denominarnos como hacen ellos, abogados, médicos, ingenieros, economistas, la profesión de la que se trate. La marca está en la profesión.

Un médico que monta una clínica, habitualmente no se autodenomina empresario, que es lo que en realidad es una clínica privada, una empresa que desarrolla su actividad en el sector de la salud. Un despacho de abogados es otra empresa.

Respecto a la forma societaria, los comienzos no están como para pagar cuotas por nada, pero el tiempo - nuestro más escaso y preciado recurso - no está como para esperar que la revolución social llegue a tiempo y se implante la "tarifa plana" o el novedoso y más justo mecanismo con el que soñamos. Hay que actuar ya, y para ello propongo utilizar los medios que el estado, administración o sociedad nos dan. Valernos de esos mecanismos y dándoles "una vuelta de tuerca" utilizarnos en nuestro provecho. ¿Cómo? Por ejemplo creando sociedades gemelas en las que tu me contratas a mi y yo a ti. Por ejemplo creando empresas de asalariados que en realidad son "profesionales liberales, autónomos e independientes" pero formalmente asalariados de la empresa instrumental X.

Como dicen muchas veces los abogados, yo soy de letras, no me hables de algoritmos y programas de ordenador ... pues yo so de elctrones y ondas de radio, no conozco los pormenores jurídicos, pero seguro que los hay.

Por cierto, en este momento escucho el final de la película que está viendo por enésima vez mi hijo (la guerra de las galaxias) y R2D2 y C3PO se han portado como unos campeones, como unos verdaderos "consultores con contrato por obra" :)

Lo que acabo de decir es solamente un comentario, una opinión más. Al releerlo me ha parecido un poco "dogmático", no es en absoluto mi intención, pero cualquiera se atreve a rehacerlo con lo largo que me ha salido.

Anónimo dijo...

En el comentario anterior me dejé llevar por la impronta del momento y traicioné el espíritu del post al caer en la picaresca como vía de escape a una situación lejos de óptima para el profesional independiente, al menos el que empieza o lo es de forma ocasional.

Aun así, me parece que la idea de constituir sociedades que al estilo de los centros de negocio incluyan alguna fórmula jurídica para salvar este escollo de las cuotas y lo presten como un servicio más a sus asociados. ¿Un Garage30 con servicio de contratación incluida?