Nueva etapa en el blog



Han pasado unos meses desde que ya no escribo regularmente. Los motivos son variados y en ocasiones dificiles de explicar, pero creo que tampoco era cuestión de ir abandonando el blog, sino de darle una vuelta al concepto para adaptarlo a las circunstancias personales y profesionales así como al entorno general de la Red.

Quizás llevaba mucho tiempo dándole vueltas a ello y cada día me costaba más decidirme por lo que sin duda la cabeza me iba pidiendo. Todo el entorno ha cambiado, los blogs se han ido debilitando en contenido y creciendo en continente. El valor, cuestión importante, ha ido decreciendo arrasado por la instantánea de los 140 caracteres, lo que hoy ya todo el mundo llama: " La Red en tiempo real".

No creo que sea casualidad que esto mismo le ocurra a muchos de los bloggers a los que he seguido y sigo. Cuando nos vemos en eventos o reuniones, todos destacamos la dificultad de seguir escribiendo con la intensidad que lo hacíamos. Todos ponemos excusas, el tiempo, la vida personal, la intensidad profesional en tiempos de crisis, etc, pero la realidad es que muchos vamos dejando el, sencillo pero a la vez complejo, arte de escribir de forma habitual.

La culpa no es del todo de los 140 caracteres, de la invasión de las redes sociales, pero si de su influencia en la atención. Hemos caido en la inmediatez de la información, acelerando exponencialmente nuestra capacidad de respuesta y de breve reposo frente a la palabra. Cada vez es más dificil pensar lo que dices y se tiende a decir lo que se piensa. Quizás porque ante tanta velocidad, el pensamiento pierde valor con el transcurso del tiempo. Y sabemos que cada vez la diferencia entre el valor real y el percibido es mayor.

Así, cuando escribes en un blog de forma reposada acontecimientos que te han llamado la atención o reflexiones sobre conceptos que consideras importantes, la Red ha digerido previamente miles de mensajes de 140 caracteres opinando e informando sobre ello, cientos de personas en redes sociales generalistas se han cruzado e intercambiado mensajes, artículos, videos y documentos sobre el tema. Sencillamente, crees que poco más puedes aportar. Al menos, eso me ocurre a mí.

Por ello, he tomado la decisión de revisar todo lo relativo al blog. Definir de nuevo el por qué, orientarlo más hacia conceptos de innovación más concretos, revisar la temática del blog y crear, o no, un apartado específico para el Business Time Model, incorporar de forma más rápida aquello que me ha llamado la atención y que dejo de compartir bien porque días más tarde no tiene encaje en un post o porque sinceramente no "da para un análisis más profundo". Todo ello, creo que acompañado de un cambio de imagen general. Hoy dia no tienen sentido para mí el número de visitas (empezando porque ni siquiera indican la realidad), ni tampoco los rankings o número de seguidores, porque esto no es una competición de nada. Por tanto, creo que todo esto deberá desaparecer. Y hay cosas de la Web 2.0 que ya no comparto, lo que llamo las gilimodas 2.0. Y también deberé dejarlas de lado. Los que quieran seguir en la nube, perfecto, pero creo que debemos de aterrizar muchas cosas. Y eso me gustaría seguir haciéndolo en el blog.

También hay una cuestión profesional. El trabajo es cada vez más intenso, requiere mucha más atención y me gustaría reflejarlo aqui. Cada día estoy más involucrado en iniciativas de innovación con empresas e instituciones. Y me gustaría mucho más recomendar proyectos interesantes que conozco de forma esporádica, pero que me llaman la atención. Creo que he sido muy prudente, pero también llega el momento que el blog refleje mucho más la actividad que desarrollo, manteniendo la discreción lógica, pero incorporando a gente y talento que veo cada dia. Y hay mucha gente que aprecio, que sigo y que me gustaría que participaran de alguna manera.

También tengo un objetivo claro de reorganizar las herramientas que tenemos al alcance. Y esto va tan rápido que en muchas ocasiones descuido todo lo que voy publicando en linkedin, en sus grupos de trabajo, en twitter, en los interesantes debates cruzados que se producen via etiquetas momentáneas, etc... Por no hablar de los enlaces de delicious que se empiezan a acumular sin sentido del orden....

Y necesito tiempo para volver a la "atención digital". Revisar totalmente el Reader y adaptarlo a mi ritmo actual. Antes todo corría por Reader y ahora todo se acumula allí. Muchas personas somos ya las que confesamos que le damos a "marcar todos como leídos", con lo que ello implica a la hora de situar en el mismo escalón posts que me interesan con aquellos que sin entrar en su valoración, nunca leo o no son de mi interés.

Y queda el famoso libro. Y mis compromisos con gente a las que he prometido mi participación en iniciativas interesantes, y también la participación en un dinámico grupo de innovadores y los programas de mentoring y ........

Y .......llega una nueva etapa. Al menos me siento mejor explicando tanta ausencia. Espero que a todos os guste el cambio, que tardará algún mes que otro en llegar, y que me permitirá seguir publicando de forma más espaciada hasta el momento del cambio. Nos seguimos leyendo. Hasta pronto.

Foto: Mirada de Gijón. Dioni Nespral

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¿Qué hacer con los periódicos?




Durante los últimos años se ha producido un marcado descenso de las ventas de los periódicos en general. En esta complicada situación, todas las miradas se dirigen a internet. ¿Quizás está el mal en esa nueva herramienta o quizás sea el lugar donde se producen las innovaciones más disruptivas?

Hace tiempo, escribí ya sobre el tema. En aquel momento, hace ya casi un año, la situación era infinitamente mejor que la actual. En el camino siguen apareciendo cadáveres. El cierre de Soitu, las dificultades financieras para mantener este sector, son síntomas más claros, más evidentes, de una enfermedad crónica, que requiere de su muerte para reconstruir los restos.

Mi opinión es que hay cuestiones que debemos rescatar de la economía tradicional:

-La capacidad de construir una estrategia genérica que identifique el camino y seleccione el mercado al que nos vamos a enfrentar de una manera clara y concreta.

-En segundo lugar, deben de establecerse de forma evidente cuales son las expectativas del proyecto. Nada suena más errático que pretensiones absurdas que no están basadas en una lógica coherente y consistente en el tiempo.

-Y por último un plan adecuado a la fortaleza financiera.

Y después de todo esto, se puede fracasar, no sería la primera vez. Sin embargo, en numerosos proyectos y periódicos actuales, ninguno de los tres pasos anteriores se está llevando a cabo.

Y muchos dirán: "eso no es verdad". Aunque también es necesario decir que a cualquier cosa le llaman tener una estrategia, a cualquier cosa le llaman expectativas y todos sabemos que un cuadro de excel aguanta toda previsión financiera.

Y dentro de este sector, tanto en las nuevas aventuras como en las ya existentes, hay sin duda una pésima orientación estratégica. Y la estrategia se define analizando diversas y múltiples variables. Se necesita bajar a Porter, al análisis de la cadena de valor, etc.... para hablar de márgenes, de calidad, de valor, de precio, de intermediarios, de distribución, entre otras muchas cosas.

Porque la realidad ha cambiado y los medios insisten en establecer decisiones muy poco disruptivas. Los mercados de la información están en una ebullición constante, sin pausa. Los cambios se producen a tal velocidad que sobrepasan la estática cadena de decisión de los medios tradicionales. ¿ Han cambiado los periódicos? sin duda, pero no han conseguido hacerlo en la medida y al "tempo" que han cambiado sus lectores.

Hay muchas opciones; he comentado en diversas ocasiones la llamada "Branding Experience", término que este tipo de empresas no aprecian y ni siquiera se asoman a sus principios básicos. Otras opciones se basan en el análisis de la cadena de valor, en las nuevas formas de distribución y de creación de contenidos. Esto está muy limitado en la prensa tradicional aunque asoma con fuerza en la prensa ( mal llamada prensa) digital.

La información digital, un nuevo espacio, una nueva comunicación.

Este subtitulo está lleno de conceptos: Espacio, información, comunicación.... digital. Términos que inspiran nuevas formas de hacer las cosas, pero que siguen siendo muy mal interpretadas. Como me dice Gonzalo Martín, hay que buscar nuevos términos como flujos reales, sociales, o deliberativos que se identifiquen más con estos nuevos espacios.

Porque son nuevas formas de entender el periodismo, que quisiera recordar en su primera acepción en la RAE :

"Captación y tratamiento, escrito, oral, visual o gráfico de la información en cualquiera de sus formas y variedades."

Por tanto, creo que está claro que la función del periodismo debe de adaptarse a su nuevo entorno, entendiendo las nuevas formas de la comunicación. Es cierto que no TODOS los periódicos van a desaparecer. Pero deberán transformarse radicalmente. Convertirse en una "experiencia" a través de la especialización.

No es fácil encontrar una solución. Hace poco Juan Luis Cebrián, que se ha convertido al menos en uno de los que más insisten en la revolución que se está produciendo, comentaba en una entrevista en Esquire:

"El cambio fundamental está en que los diarios se sustentan en un sistema del siglo pasado"

No deja de ser cierto, pero yo añadiría que así ha sido también en otros innumerables sectores. Pero no por ello se ha armado tanto ruido. El mundo digital avanza, lo acapara casi todo y la adaptación debe ser auténticamente real. Es necesario admitir que la información tiene ahora otro valor y que los impactos en el sector han sido brutales. Pocos sectores se han visto tan afectados. Quizás el del turismo sea un caso similar, pero con la diferencia que éste está desarrollando nuevas estrategias y un profundo análisis de las rentabilidades dentro de la cadena de valor.

Una vuelta al pasado, retorno al oficio.

Como en otros sectores, el periodismo ha necesitado de la unión, fusión y tamaño para desarrollar sus estrategias y cumplir sus objetivos. Así hemos desarrollado grandes corporaciones para "hacer periodismo". Pero se ha llegado a un momento absurdo, donde la tecnología permite a cada uno hacer casi su "propio medio", donde la actualización de las noticias ya no se produce en el telediario o en el noticiero de radio. Internet, la gran Red de redes, permite actualizar las noticias al segundo y no siempre por parte de los periodistas. Cualquier persona puede hacerlo.

Por ello, se avecina una vuelta a "los oficios". El periodista podrá actuar en solitario o junto a otros, pero de una forma distinta. No hay tiempos, ni espacio. Todo se vuelca en la libertad, hacia lo instantáneo y lo más inmediato puede ser producido por personas (periodistas o no) y trasladado al resto de una forma menos sofisticada. Es por ello que el periodista debe buscar su lugar en este ámbito. Y no es fácil, pero sin duda sólo el auténtico profesional puede crear estos nuevos espacios.

¿Y cuál será el papel del periodista?

Siempre insisto en que otros formatos son posibles. Internet es uno de ellos y no siempre el periodista "tiene" que hacer un periódico o trabajar para un medio. El concepto medio ya no tiene que ser lo que hasta ahora hemos entendido como tal. Un medio puede no ser un periódico digital, ni un newsletter, ni un boletín, ni una radio o ni siquiera una televisión. Por decirlo de una manera clara: "La información no necesita ser encontrada en un medio".

Por tanto, si retomamos la descripción de la RAE, podríamos decir que el periodista debe seguir haciendo periodismo, pero no tiene por qué expresarlo o situarlo en un medio tal y como los conocemos hoy día. Se abre una nueva forma de hacer y entender el periodismo, la labor que sólo los profesionales del ramo pueden hacer. Su trabajo se ha de transformar y sólo así se transformarán los resultados del mismo. Pretender cubrir una información y trasladar su contenido a un medio no tiene, de por sí, valor. Por tanto, no interesa. Porque puedo encontrar crónicas similares en otros formatos ( un ejemplo entre muchos: retransmisión via twitter del evento por los propios asistentes, con comentarios y fotos que ningún periodista se atrevería a incluir en su crónica tradicional).

Es por ello que la primera revolución está ocurriendo. Cientos de periodistas están siendo despedidos de "los medios" y serán el auténtico pulmón de la nueva distribución de la información. Sólo desde la actitud de cambio personal, de creatividad, de imaginación, podrán los auténticos profesionales realizar la nueva información. Y para ello, no se necesitan "medios". Estamos ante el estallido de las televisiones on line, de los pseudo-medios interactivos, del incremento de los video-blogs, del desarrollo de las especialidades donde los auténticos periodistas de raza, crearán y compartirán sus propios espacios de contenidos.

Porque el contenido va a ser el nuevo rey. Más personal que nunca y más transparente. Contenido que no dependerá de los anunciantes ( o a veces sí) ni de grandes grupos de presión. Todo se irá transformando en la próxima década. Y veremos caer grandes torres y crecer nuevos espacios. El océano azul es inmenso. Para verlo tan sólo debemos quitarnos nuestras vendas.

Los medios, el camino de la reinvención

Los medios son los auténticos perdedores en este escenario. Pierden valor y credibilidad al no incorporar "lo que muchos lectores demandan". Son estáticos, muy poco flexibles y cuentan con mucha desventaja en este nuevo mundo de la inmediatez. Pocos son capaces de adaptar programaciones o secciones. La gran infraestructura montada para su producción, limita la frescura de su distribución.

Los medios se deben de adaptar paulatinamente, como muchos ya hacen, a este nuevo escenario tan dinámico. Sin embargo, pienso que tienen que dar el salto a la multidistribución de contenidos y a una reinvención del objetivo de su negocio. Porque no debemos olvidar que son negocios, deben ingresar más dinero del que gastan y a una rentabilidad importante. Esto, es muy complejo en el entorno actual. Por ello, se necesitan nuevas estrategias, un profundo análisis de la cadena de valor y una apertura hacia nuevos contenidos y servicios. Y los servicios no sólo son información. Entretenimiento, ocio, personalización, socialización y plataforma de distribución son sin duda los más inmediatos. Pero hay muchos más. Los contenidos pueden ser analizados y potenciados con multiservicios, que con la ayuda de la tecnología podrán potenciar los ingresos. El valor del cross-selling se aventura como una herramienta de gran potencial.

¿Significa esto que los periódicos han muerto?

Yo creo que de la forma que los conocemos, sí. Las personas que quieren leer de forma sosegada lo que ha ocurrido ayer tienden a disminuir. No se puede pues ofrecer un gran producto, con unos costes tan altos, para un público cada vez más reducido. Será cuestión de ofrecer un contenido diferente, producido de una forma distinta y valorado de otra manera desde el punto de vista publicitario. Se trata pues de ofrecer esa "experiencia única". Experiencia que tienen ciertos periódicos deportivos, ciertas revistas del corazón, que han conseguido plasmar en ese "papel" algo que de otra forma no es posible percibir.

Se abre una nueva era. El adiós a los periódicos actuales es inminente, pero el periodismo y en concreto el periodista, tiene ante sí un nuevo reto lleno de posibilidades. Estamos a punto de conocer a los periodistas en todo su potencial, sin tapujos y sin frenos editoriales.

Bienvenidos a la nueva ilusión.

Nota: Este post me lo ha inspirado el título tan potente de la jornada que se celebrará el martes día 3 de noviembre en la Universidad Carlos III de Madrid. A esto se le ha añadido la puntilla con el cierre de Soitu y los rumores sobre el cierre de El Economista.


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