Mal acabará lo que mal empieza


Todo el mundo coincide en presentar la innovación como la (¿única?) referencia que puede sacar de la crisis a países como el nuestro. Las recomendaciones llegaban de todos los sitios y en su momento se hizo una apuesta por un ministerio que debería ser el motor impulsor del cambio de lo que se ha dado en llamar "hacia un nuevo modelo productivo". Ahi queda eso, casi nada. Sin embargo no todo es tan sencillo y nos siguen pasando cosas muy curiosas:

Así, por ejemplo, parece ser que el ministerio de Ciencia e Innovación reduce sustancialmente su presupuesto. Bueno, no, parece que no, que sólamente lo hace en un 3 % dentro de la I+D Civil.

Perdón, la ministra Garmendia explica tajantemente que los presupuestos no presentan recortes en lo referente a investigación tras una contundente crítica de los científicos que termina en un Manifiesto sobre la financiación de la ciencia en España.


Lo que me llama la atención es por qué siempre tendemos a ocultar o tergiversar ( depende de donde venga la crítica) los datos. ¿No irían mejor las cosas si estuviéramos alineados (todos) en los momentos dificiles y también en los de bonanza? Si el punto de referencia de partida es equivocado o no es compartido por los participantes, difícilmente podremos llegar a la meta.

La realidad es que perdemos el tren del cambio. Esa ilusión y el impulso del que hablaba ayer. No seremos capaces de colocarnos en un lugar de referencia si no actuamos como un todo, como un país comprometido con los valores del esfuerzo, la educación y el talento. Además, no se trata sólamente de dotar de herramientas al tejido empresarial, ni de llenar aulas con pizarras digitales,sino de impulsar los nuevos valores del cambio .

Porque sólo transformando desde la base, podremos encontrar un camino nuevo en el que utilizar las herramientas adecuadas. El futuro será muy dinámico porque así lo permitirán los espacios interconectados, y el impulso de las tecnologías como motor de creación de nuevos conceptos. De nuestra apuesta rotunda y firme hacia un camino innovador, dependerá mucho el futuro de nuestra economía.

Y alguien debería liderarlo cuanto antes; desde el principio, para impulsarlo correctamente con el objetivo de conseguir ser un país emprendedor, innovador y referente.

Foto: Carlos Benetó. Via Javier Llinares: Picasa






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